Es una herramienta que se utiliza en unas 300 clínicas a lo largo de 20 países para diagnosticar posibles problemas de aprendizaje en niños de entre 6 y 16 años.
La iniciativa empezó con la certeza de que el aula tenía que aportarle al niño las necesidades que éste presentaba y no salir de clase para recibir una determinada ayuda. Los niños que no tienen ninguna NEE pueden usarlo igualmente, pues cada uno es distinto y tiene unas velocidades y unas necesidades diferentes según quién sea.
Imagen extraída de https://www.zazzle.es |